Y después de casí 15 kilómetros, y tras salvar cerca de 700 metros de desnivel, llegamos a la laguna de Valdeazores. Poco antes, hemos pasado la laguna de Aguas Negras, y el desvío que lleva al nacimiento del río Borosa. Han sido tres horas y media de camino, contando las paradas, no solo para tomar aire sino para hacer un centenar de fotografías. Pero ha merecido la pena.
Y tras la dura subida a las paredes verticales del Picón de la Haza, llegamos a una serie de túneles que horadados en la montaña para servir de camino a la acequia que lleva el agua desde las lagunas que se encuentran a unos 1250 metros de altitud. En los túneles, junto a la acequia, queda un mínimo espacio para el sendero, que no solo es estrecho sino que hace que los que somos altos tengamos que agacharnos. Eso, además de que la linterna se quedó en el coche, por lo que en algunos tramos en los que no entra la luz de los respiraderos, hace que tengas que ir con el bastón a modo de palo de ciego para evitar lleno de golpes, y que el último de los túneles se inunda un poco. Lo bueno es que la temperatura en ellos es muy agradable teniendo en cuenta el calor por el que he pasado.
Y poco antes de llegar a la vieja central hidroeléctrica del Salto de los Órganos, una parada para coger fuerzas, ya que a partir de ese momento comenzará la parte más dura del recorrido, por una senda que en unos pocos kilómetros salva alrededor de 400 metros de desnivel. En primavera, hubiera sido más bonito el recorrerla, ya que además de no tener que aguantar los entre 30º y 35º que hay hoy, se podría disfrutar de la cascada de los Órganos de 70 metros de altura por la que se despeña el río Borosa en su recorrido. En fin, espero que haya un nueva ocasión de venir y verla en su explendor.
Tras unos pocos kilómetros por un sendero llano y amplio se llega a un cruce que te da la opción de seguir por un ruta ancha o por otra estrecha que sigue al río por la Cerrada de Elías, un precioso camino en el que se sigue el río Borosa en ocasiones a través de unas pasarelas adosadas a las paredes de piedra debido a que no queda espacio que no cubra el río. Magnifico lugar para detenerse a hacer fotografías y disfrutar del paisaje. A ver si esta vez es verdad, y comienzan a arreglar de una vez el Caminito del Rey en el Desfiladero de Los Gaitanes en Ardales (Málaga), algo de lo que llevan hablando años, pero que se queda en solo buenas intenciones.
Dicen que a la tercera va la vencida, así que por fin y tras dos intentos fallidos (cierto es, que fueron en el 1990 y 1992), he podido realizar la ruta del río Borosa, Cerrada de Elías, laguna de Valdeazores. A diferencia de hace dos décadas en que fui con dos grupos diferentes de amigos, en esta ocasión he ido solo, lo que ha evitado el problema de poner de acuerdo a más de veinte personas. En aquellas dos ocasiones, en una llegamos a la piscifactoría donde comienza el sendero a más de las dos de la tarde, en la otra, ni siquiera llegamos. En esta ocasión, a las 10:30 ya estaba comenzando la ruta. Tampoco era plan de madrugar mucho más. El sendero empieza siguiendo el río Borosa, con sus aguas cristalinas, saltando entre las rocas, e indicando con su música su situación.
Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais... atacar naves en llamas más allá de Orión, he visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.
Nací en Gijón, de donde salí a los 4 años, y tras vivir en Madrid y Jaén, resido en Málaga donde llevo algo más de 30 años, aunque me siento asturiano por los cuatro costados. Asturias es mi pasión y viajo siempre que puedo a pasar unos días de descanso. Hice la mili en Mahón, tiempo que dediqué sobre todo a hacer turismo por la isla de Menorca. Y aunque he estado en Francia, Italia e Inglaterra, mi primera opción es siempre recorrer España. Una de mis ciudades favoritas es Salamanca, la cual visito siempre que puedo. La informática es mi profesión (he perdido la cuenta de todos los lenguajes en los que soy capaz de programar), pero mi hobby principal es la fotografía. Mis primeras fotos las hice con 3 años y hasta hoy. Otros hobbys: música (soy muy melómano y atesoro más de 4000 obras clásicas), historia, arte (sobre todo el románico), etnografía, cocinar ... y el buen yantar.