
Sigo paseando por la ciudad fotografiando lugares para la web de Segway Málaga Tours. Me he detenido a la entrada del callejón que lleva al convento del Císter. Recuerdo que la primera vez que entre al poco de llegar a Málaga hace casi treinta años en el coro tenían las monjas un canario que no paraba de cantar y alegrar la pequeña iglesia.
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