He subido a la zona de los Pîcos de Urbión a encontrame con la Laguna Negra, llena de historias y leyendas. Desde la que situó aquí Antonio Machado, Los hijos de Alvargonzález, a aquellas que cuentan que no tiene fondo, que vive en su interior algo que devora todo lo que cae allí, o que se comunica por cuevas subterráneas con el mar.
Al principio la lluvia estaba estropeando el paseo, pero dió una pequeña tregua, suficiente como para pasear por sus inmediaciones y subir al alto de la Cascada, unos 150 m. más arriba para poder contemplarla desde arriba. Me hubiera gustado seguir hasta el Pico Urbión o hasta el nacimiento del río Duero, pero las nubes presagiaban la posterior descarga de agua que aconteció. Otra vez será.
Al principio la lluvia estaba estropeando el paseo, pero dió una pequeña tregua, suficiente como para pasear por sus inmediaciones y subir al alto de la Cascada, unos 150 m. más arriba para poder contemplarla desde arriba. Me hubiera gustado seguir hasta el Pico Urbión o hasta el nacimiento del río Duero, pero las nubes presagiaban la posterior descarga de agua que aconteció. Otra vez será.
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