jueves, 8 de septiembre de 2011

Simancas

Viendo que no era posible visitar en Toro la colegiata, tiro en dirección a Peñafiel, para ver el castillo y el museo del vino que se encuentra en él. Por el camino y como el hambre aprieta me detengo en Simancas, junto al castillo que fue de los Almirantes de Castilla, hasta que los Reyes Católicos lo reclamaron como prisión, y donde haciendo uso del garrote vil fue ajusticiado el obispo de Zamora y comunero, don Antonio de Acuña, en la que ahora se conoce como torre del Obispo.

En tiempos de Felipe II se convierte en Archivo General del Reino, función con la que sigue actualmente. A pesar de ser festivo aquí también, puedo visitarlo y me encuentro otra vez con el testamento de Isabel la Católica (tras estar en Medina del Campo en el Palacio Testamentario donde murió y lo redactó, y por los restos del palacio en Toro donde fue leído).

Al menos, el ser festivo, me sirve de algo. El lugar donde me da por quedarme a comer, me ofrece en el menú del día el típico lechazo asado precisamente por ser las fiestas.

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