lunes, 24 de julio de 2006

Castelo Mendo


Estando en Almeida, entre en la oficina de turismo, y vi unas imágenes de este pueblo, así que no me lo pensé mucho, y metí los datos en el GPS y listo.
No me decepciono. Es un pueblo pequeñito, en el que te sientes como si una máquina del tiempo te hubiera hecho retroceder unas décadas. Y eso es lo que más me gusta, sentirme en una ciudad o en pueblo como si estuviera en el pasado.

Almeida


En un área de pocos kilómetros hay tres fortalezas de la época de las guerras napoleónicas, la de la ciudad portuguesa de Almeida, la de la Salmantina de Ciudad Rodrigo, y las derruidas del Fuerte de la Concepción, cerca de Aldea del Obispo, un pueblo salmantino.
Éste último fuerte, curiosamente, perteneció al igual que las tierras circundantes a mi familia. Mi padre vivió su niñez en Aldea del Obispo donde mi abuelo fue médico durante años.

Guarda


Cerca de la frontera de Fuentes de Oñoro, Salamanca, se encuentra la ciudad portuguesa de Guarda, que resulta ser la ciudad que está ubicada a mayor altura del país vecino.
Desde el punto más alto de la misma se pierde en la lejanía la mirada. Toda la zona está llena de fortalezas militares y castillos medievales que le servían de defensa ante las tropas castellanas.

domingo, 23 de julio de 2006

La rana


La rana de la fachada de la Universidad, se ha hecho un símbolo de la ciudad de Salamanca.
Hay muchas leyendas acerca de que le sucede al que la encuentra, aunque posiblemente la más cierta sea la que cuenta que los veteranos le preguntaban a los novatos si veían la rana de la fachada, y en caso negativo, le decían que si no era capaz de ver una rana en una pared, como pensaban sacar una carrera. De ahí a que si la ves apruebas los exámenes sólo hay un paso.
De todas formas no es está la única escultura curiosa que puedes ver en los monumentales edificios salmantinos, en la Catedral nueva (la ciudad tiene dos catedrales, como Plasencia) figuran un astronauta y un dragón comiéndose un cucurucho de helado de tres bolas, firma de los canteros que realizaron una de las últimas restauraciones. Pero sin duda hay otra, de la época de la fachada de la Universidad más curiosa, un hombre desnudo masturbándose. Tengo la foto que lo atestigua, y podría decir donde está, pero perdería la emoción de la búsqueda.

La Alberca


Y tras una buena comida, un café. Y ya puestos, éste a mitad de camino a Salamanca en uno de esos pueblos que tienen premios como pueblos de interés cultural.
El cuidado que sus gentes hacen de La Alberca, hace que sean muchos los que hasta aquí lleguen. Un pequeño descanso en su Plaza Mayor es un placer.

Peña de Francia


Y tras ver la exposición, un homenaje gastronómico en un lugar privilegiado y no muy conocido, el restaurante del monasterio de la Peña de Francia, desde donde se divisa gran parte de la provincia de Salamanca y parte del cercano Portugal.

Ciudad Rodrigo


Este era en un principio el destino de mi viaje, Ciudad Rodrigo y la exposición de este año de Las Edades del Hombre. También desconectar tras despedirme de la empresa donde he pasado más de cuatro años y empezar una nueva aventura en otra. Cuando no estás a gusto en un sitio, lo mejor es irte.
Es un pueblo que me trae recuerdos al estar en él. Fue donde nació mi padre, y aunque yo nunca viví aquí, hace que lo recuerde más intensamente. A la entrada del pueblo hay una estructura con tres columnas, que se han convertido en el símbolo de la ciudad y que mi padre llevaba en un llavero de plata.
Se creé que pertenecieron a algún templo romano. He contado tres inscripciones, dos de la época romana y una tercera de 1557 en que se pusieron en la plaza mayor.