lunes, 26 de enero de 2009

Lago de Sanabria


Al terminar de comer, y al encontrame cerca del Lago de Sanabria, decido acercarme. La nieve que aún perdura en los márgenes de la carretera, alberga esperanzas de que la zona del lago se encuentre igualmente con nieve. Y así es, lo que lo hace aún más bonito a pesar del desapacible tiempo, 4 grados y un viente fuerte del norte, que trae con él el aroma de la nieve que acaricia.
Este lago de origen glaciar, tiene muchas historias, algunas de ellas desgraciadamente no muy agradables, como la que sucedió hace medio siglo, un 9 de Enero de 1949 en que las temperaturas en la zona llegaron a los -18º, y de cuyas historías me han contado familares, ya que parte de mi familia es zamorana.
Ese día reventó la presa que existe por encima del Lago, la presa de Vega de Tera, llevándose el agua por el camino el pueblo de Ribadelago y la mayor parte de sus habitantes. El propio lago, absorvió los más de ocho millones de metros cúbicos de agua, que la brecha de 140 metros de la presa dejo escapar. El oscurantismo de la época, minimizó la catástrofe, echó tierra para evitar que los culpables de una mala construcción hecha a toda prisa que fue inagurada antes de que estuviese finalizada y a pesar de que se podían ver las pequeñas brechas de 10 centímetros de las que salía agua constantemente. Para acabar, evitaron el impago de la mayor parte de las indemnizaciones con la peregrina excusa de que sólo se habían recuperado 28 cadáveres y que el resto, 116 donde la mayoría eran mujeres y niños, no eran victimas sino simples desaparecidos, y sin derecho a indemnización por parte de sus familiares. Se mandó construir al Ministerio de la Vivienda el nuevo pueblo, a más altura, Ribadelago de Franco, pero la gente a pesar de que había perdido el 75% de sus ganados y el 60% de sus viviendas, aún tuvo que pagar las nuevas viviendas ya que incluso a los pocos que recibieron indemnizaciones, ésta no les era suficiente
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Puebla de Sanabria


Cerca ya de Galicia, se encuentra Puebla de Sanabria, pueblo turístico, sobre una motaña sobre el río Tera, uno de los que abastecen con más caudal al río Duero (como el Órbigo o el Esla) en esta zona.
Pueblo bonito, y con buenos restaurantes, incluyendo uno de caracter micológico. Yo he preferido comer algo más típico de la zona, unas sopas de ajo y una trucha. Es capital de la comarca sanabresa, con el cercano Lago de Sanabria de origen glaciar.
El castillo de la imagén, es el castillo de los Condes de Benavante, y la ciudad recibió en su momento un fuero similar al de la ciudad de Benavente (que se encuentra a unos 70 kilómetros) por parte de Alfonso IX. Al estar la ciudad en una zona privilegiada, en un altozano, sufrió de las luchas hispano-portuguesas durante siglos, siendo conquistada en ocasiones por los portugueses aunque sin que fuera por mucho tiempo, hasta que la paz de Utrech fue recuperada por última vez.

Puente de Requejo


El puente de hierro de Requejo acabo con la incomunicación que en cientos de kilómetros el río Duero provocaba entre las tierras de ambas lados. Se abrío al tráfico en 1914, tras doce años de trabajos y un coste de 350.000 pesetas de la época.
Tiene un arco inferior de 120 metros y está a 90 metros sobre el río, y según aparece en la adjudicación de su diseño al ingeniero José Eugenio Ribera por el gobierno de la época, se le denominó Viaducto metálico de pequeñas luces sobre arco articulado.
Claro que pueden parecer muchos doce años, pero hay que comprender y conocer las dificultades de una obra así con los medios que existían en la España de la época. Por ejemplo la Sagrada Familia de Barcelona se comenzó en 1882 y la Catedral de Málaga en 1528, y ambas están inacabadas aún.

Fariza


Al retomar la carretera y atravesar el pueblo de Fariza, observo un pequeño puente de piedra junto a una zona de merienda. No puedo resistir a pararme y tomar una instántanea. Quién sabe, lo mismo acaba como portada de un CD como una imagen que tomé hace un tiempo en la ciudad de León.

Mirador de las Barrancas


Cerca de la ermita del Castillo, está el mirador de las Barrancas desde el que se puede apreciar el cañon que el río Duero a horadado con el paso del tiempo en su recorrido ancestral, dejando pronunciados barrancos de varias decenas de metros.
El paseo ha merecido la pena, amén de aprovechar para tomar un tentempié que llevo en el coche, con el que entretener el estómago hasta la hora de la comida.

Ermita del Castillo


Uno de los lugares que me recomendaron visitar fue está ermita y el mirador cercano. Teniendo en cuenta el tamaño de la ermita y la de los pueblos cercanos, es fácil deducir que en las romerías se juntan gentes de muchas de ellas, tanto españoles como portugueses, pueblos como Cozcurrite, Badilla, Palazuelo, Mámoles, Tudera, Zafara, Aregañín, y por supuesto Fariza.
Las romerías mantienen costumbres antigüas como el de llevar los enormes pendones de cada pueblo, compitiendo entre ellos en tamaño y saber llevar.

domingo, 25 de enero de 2009

Zamora


Ya que estaba en la zona, he hecho una visita a uno de mis primos que vive en Zamora, una ciudad pequeña en tamaño pero grande en monumentos sobre todos románicos. Un ejemplo de ellos es la Catedral, a la cual le corresponde el cimborrio de la imagen.
Cerca la famosa puerta de la traición, por la que Vellido (o Bellido) Dolfos (o Adolfo) accedió a la ciudad para asesinar al rey Sancho II de Castilla, se dice con el visto bueno de la hermana del rey, Doña Urraca, y huir después por la misma, mientras Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, fiel vasallo lo perseguía sin éxito. Esto provoco que hiciera jurar en la iglesia de Santa Gadea a su hermano y sucesor Alfonso VI que no tuvo nada que ver y provoco su posterior destierro por el rey.
Pasear por el centro de la ciudad es toparte con iglesias y edificios románicos por doquier. Y con una Semana Santa que no tiene nada que envidiar a las del sur. Diferente, si; pero no inferior a ellas.

Fermoselle


Me alojo en un Hotel Rural de Fermoselle, el Marqués de Liseda. Será por la época del año o por el tiempo frío con luuvía e incluso nieve, que soy el único huésped del mismo. No sé si será por ello, pero desde luego el trato es exquisito, y la comida riquísima, sobre todo el plato típico que me han ofrecido, un cocido con una especie de botillo, típico de la zona, y que me comentan es un plato que está desapareciendo. Cada vez la comida basura y el poco tiempo que tenemos o dedicamos a la cocina, hace que se pierdan están recetas.
El pueblo está construido sobre roca granítica y ésta se encuentra horadada por cerca de un millar de bodegas pertenecientes a sus habitantes, las cuales están en su mayoría comunicadas entre ellas. Me cuentan que incluso hay algunos de esos pasillo, de tal tamaño, que iban a caballo entre ellas.
En la foto el acceso de algunas de ellas.

sábado, 24 de enero de 2009

Miranda do Douro


Tras el paseo fluvial, un paseo por el pueblo de Miranda do Douro, un pueblo que como muchos de los fronterizos con España, estaban amurallados con sus cañones apuntando al otro lado de la frontera hace unos siglos (como desde el lado español), y que en cambio sus gentes siempre han comerciado entre ellos.
Antes de la construcción de la presa que soporta la carretera que cruza la frontera, a ambos lados del Duero había unas campanas para llamar al barquero que cruzaba a gentes y carga de una frontera a otra.
Una breve estancia para degustar y comer (bueno, realmente hartarte de comer por lo generosas de las raciones) una típica receta de bacalao.

Duque


Este es 'Duque', un búho real de 13 años y algo menos de dos kilos de peso, y que vieve en la Estación biólogica internacional del Duero, y que ameniza con unos pocos vuelos a los turistas, que como yo, recorren está zona del rio en el Crucero ambiental. Un animal verdaderamente precioso, y que aunque pueda parecer domésticado, no lo es. Nos comenta su cuidador que no se puede acariciar, no sólo por el hecho de que sus plumas están engrasadas para que se mantengan permanentemente impermeabilizadas, sino porque no distingue entre un dedo humano y una salchicha. Si a ello le añadimos que pueden girar su cabeza completamente, es una operación sólo al alcance no de valientes, sino de gente con muy poco cerebro.
Por cierto, tiene las cejas como yo, largas y mirando hacia el cielo.

P.N. Arribes de Duero (III)


El recorrido en barco se hace en aguas internacionales, ya que el río Duero (o Douro en portugués) hace frontera entre ambos países, de forma que cada margen es de un país. Durante el recorrido es difícil saber que ruta va a seguir el río, ¿a babor? ¿a estribor?, ya que está totalmente encañonado, con alturas que pueden llegar a los 200 metros.
Es una zona donde habitan diversas aves, que desafortunadamente cada vez se ven menos, como la cigüeña negra o el águila real. Tuvimos suerte de poder ver en la lejanía una de estas últimas que intentaba trasportar una rama más grande que ella a su nido. Tras conseguir cazarla al vuelo tras caersele en dos ocasiones, a la tercera, las corrientes de aire le impidieron conseguirlo. Todo un espectáculo.

P.N. Arribes de Duero (II)


Curioso sitio donde la encina decidio echar raices hace casí 200 años. Esta encina centenaria nació en la grieta de una falla, y aunque ahora está cerca del agua, cuando empezo su crecimiento, el rio estaba más de 50 metros abajo, ya que el nivel actual se debe a la presa que hay más abajo.
La bellota tras caerse de su encina progenitora, bajo rodando hasta que la grieta de la falla hizo que su descenso quedase detenido. No es la única especie que podemos encontrar, también hay enebros, fresnos, y una planta endémica, el dragón de Arribes.
El microclima que se crea alrededor del río, no sólo ayuda a que exista un caldo exquisito con denominación de origen Arribes de Duero, sino también algo que sorprende por el clima general de la zona: olivares, tambien con un aceite de calidad acrredor de su denominación de origen.

P.N. Arribes de Duero (I)


Tenía unos días de vacaciones pendientes de las navidades, y cómo iba a subir a la anual compra de embutidos ibéricos y quesos zamoranos, pues aprovecho para hacer un poco de turismo, y de paso desconectar del trabajo, de los ordenadores, de Internet, etc.
Estaba estás fiestas leyendo con la tele puesta de fondo, y al levantar la vista estaban poniendo un reportaje sobre Arribes de Duero en La2 (sí, soy de los que ve documentales), así que tras verlo, me fui directo a buscar información de hoteles rurales por la zona en Internet, y así encontre uno en Fermoselle (en la provincia de Zamora).
Una de las cosas que se pueden hacer en la zona, es recorrer en un crucero medioambiental el río Duero, y como el tiempo no acompaña en Fermoselle, pues me subo unos kilómetros a Miranda do Douro.
Esta foto la hice esperando la hora de salida del barco.