sábado, 6 de octubre de 2007

Casa de las Conchas


De nuevo en Salamanca, una de las ciudades más bonitas del mundo. Si de día es preciosa, de noche más. Aunque quizás el mejor momento es el atardecer, cuando a la puesta del sol, sus monumentos hechos de piedra de Montemayor, se tornan rojizos. Destacar cual es el monumento más bello es imposible.
Qvod natura non dat,
Salmantica non praestat

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mis abuelos maternos eran de Salamanca y de pequeña siempre ibamos en verano allí, coincido contigo en que es una de las ciudades más bonitas, y hace un montón de años que no voy, tengo que plantearme una escapadilla aunque sea un finde. Saludos.