lunes, 26 de enero de 2009

Fariza


Al retomar la carretera y atravesar el pueblo de Fariza, observo un pequeño puente de piedra junto a una zona de merienda. No puedo resistir a pararme y tomar una instántanea. Quién sabe, lo mismo acaba como portada de un CD como una imagen que tomé hace un tiempo en la ciudad de León.

Mirador de las Barrancas


Cerca de la ermita del Castillo, está el mirador de las Barrancas desde el que se puede apreciar el cañon que el río Duero a horadado con el paso del tiempo en su recorrido ancestral, dejando pronunciados barrancos de varias decenas de metros.
El paseo ha merecido la pena, amén de aprovechar para tomar un tentempié que llevo en el coche, con el que entretener el estómago hasta la hora de la comida.

Ermita del Castillo


Uno de los lugares que me recomendaron visitar fue está ermita y el mirador cercano. Teniendo en cuenta el tamaño de la ermita y la de los pueblos cercanos, es fácil deducir que en las romerías se juntan gentes de muchas de ellas, tanto españoles como portugueses, pueblos como Cozcurrite, Badilla, Palazuelo, Mámoles, Tudera, Zafara, Aregañín, y por supuesto Fariza.
Las romerías mantienen costumbres antigüas como el de llevar los enormes pendones de cada pueblo, compitiendo entre ellos en tamaño y saber llevar.

domingo, 25 de enero de 2009

Zamora


Ya que estaba en la zona, he hecho una visita a uno de mis primos que vive en Zamora, una ciudad pequeña en tamaño pero grande en monumentos sobre todos románicos. Un ejemplo de ellos es la Catedral, a la cual le corresponde el cimborrio de la imagen.
Cerca la famosa puerta de la traición, por la que Vellido (o Bellido) Dolfos (o Adolfo) accedió a la ciudad para asesinar al rey Sancho II de Castilla, se dice con el visto bueno de la hermana del rey, Doña Urraca, y huir después por la misma, mientras Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, fiel vasallo lo perseguía sin éxito. Esto provoco que hiciera jurar en la iglesia de Santa Gadea a su hermano y sucesor Alfonso VI que no tuvo nada que ver y provoco su posterior destierro por el rey.
Pasear por el centro de la ciudad es toparte con iglesias y edificios románicos por doquier. Y con una Semana Santa que no tiene nada que envidiar a las del sur. Diferente, si; pero no inferior a ellas.

Fermoselle


Me alojo en un Hotel Rural de Fermoselle, el Marqués de Liseda. Será por la época del año o por el tiempo frío con luuvía e incluso nieve, que soy el único huésped del mismo. No sé si será por ello, pero desde luego el trato es exquisito, y la comida riquísima, sobre todo el plato típico que me han ofrecido, un cocido con una especie de botillo, típico de la zona, y que me comentan es un plato que está desapareciendo. Cada vez la comida basura y el poco tiempo que tenemos o dedicamos a la cocina, hace que se pierdan están recetas.
El pueblo está construido sobre roca granítica y ésta se encuentra horadada por cerca de un millar de bodegas pertenecientes a sus habitantes, las cuales están en su mayoría comunicadas entre ellas. Me cuentan que incluso hay algunos de esos pasillo, de tal tamaño, que iban a caballo entre ellas.
En la foto el acceso de algunas de ellas.

sábado, 24 de enero de 2009

Miranda do Douro


Tras el paseo fluvial, un paseo por el pueblo de Miranda do Douro, un pueblo que como muchos de los fronterizos con España, estaban amurallados con sus cañones apuntando al otro lado de la frontera hace unos siglos (como desde el lado español), y que en cambio sus gentes siempre han comerciado entre ellos.
Antes de la construcción de la presa que soporta la carretera que cruza la frontera, a ambos lados del Duero había unas campanas para llamar al barquero que cruzaba a gentes y carga de una frontera a otra.
Una breve estancia para degustar y comer (bueno, realmente hartarte de comer por lo generosas de las raciones) una típica receta de bacalao.