sábado, 8 de marzo de 2008

Monasterio de Yuste


He hecho una escapada de fin de semana a las cercanías de Plasencia (Cáceres). Mi intención era sobre todo conocer el Monasterio de Yuste, donde el Emperador Carlos V (el Rey Carlos I de España) decidió retirarse al final de sus días por diferentes motivos.
La verdad, las dependencias que ocupó eran de lo más normal, nada que ver con los palacios que acostumbraba. Unas habitaciones con una decoración exigua, aunque los cuadros que se llevó hoy valen una millonada. Ahora se han sustituido por reproducciones, no sólo de los cuadros sino también de las imitaciones de los muebles de la época.
La visita, un poco decepcionante, ya que aparte de las tres o cuatro habitaciones que ocupó, no se puede visitar más. Ni tan siquiera los dos claustros (gótico y renacentista) que el monasterio posee, ahora regido por los Jerónimos, no se pueden visitar.
A la entrada se pueden ver fotos de mediados de siglo, donde se puede apreciar el estado ruinoso en que se encontraba, debido a la desamortización de Mendizábal, que tanto mal hizo al patrimonio cultural y arquitectónico español.
En una vitrina, un libro de visitas abierto por la página donde un amigo y compañero en la Universidad de Salamanca de mi bisabuelo dejo su firma, Miguel de Unamuno.

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