
En la parte superior se divisa la espadaña de una ermita, y allí me dirijo, lugar donde se contempla un maravilloso paisaje, Un paraíso en la tierra, como lo titula en su libro, Miguel Ángel Díaz Cantolla, un lugareño que en un libro que vende allí arriba cuenta la historia de estos valles que fueron el lugar de nacimiento de Don Pelayo entre otros, y que a modo de cuentos relata a su nieto en el mismo. Le compro uno, y le agradezco el detalle de mostrarme el punto exacto desde donde poder contemplar una preciosa vista de Potes. La foto es mía, pero él me indicó el mejor sitio para hacerla. Gente que ame a su tierra como él, hacen falta allí y en todas partes.