jueves, 10 de septiembre de 2009

Elogio del Horizonte


En lo alto del cerro de Santa Catalina, en la zona de Cimadevilla, a finales de los años ochenta, Eduardo Chillida dejó su impronta en Gijón con esta escultura de hormigón que se ha convertido en el logotipo de la ciudad. Es conocida en ella, como el Eulogio y como el wáter de King Kong.
Vine a mi lugar de origen pensando en lo que luego fue mi almuerzo, una buena ración de sardinas asadas de las que una botella de sidra fue compañera de viaje a su destino. El lugar, tras la plaza mayor, cerca del palacio de Revillagigedo junto al antiguo puerto pesquero, ahora puerto deportivo, oliendo el mar cantábrico para abrir el apetito. Luego el paseo por el cerro.

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