lunes, 27 de septiembre de 2010

Fotógrafo

El humor de los escultores del románico es algo que se ha transmitido. Eso hace que si en la Catedral Nueva de Salamanca en uno de sus pórticos podemos encontrar un astronauta y un dragón comiendo un cucurucho de helado (de tres bolas) añadidos durante una de las restauraciones, aquí en la Catedral de Palencia, la bella desconocida, una gárgola fuera sustituida por un fotógrafo de la época.
En la restauración llevada a cabo por el arquitecto palentino Jerónimo Arroyo, decidió colocarla en honor a un conocido suyo, fotógrafo, que murió realizando fotografías desde el tejado de la Catedral.

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